octubre 23, 2025

CARTA A JUAN DE PABLO BARTOLOMÉ EN EL ANIVERSARIO DE SU MUERTE: GRACIAS POR SEGUIR AHÍ

Hay días difíciles en la vida y desde tu partida todos han sido difíciles, pero llevaderos gracias a que tú sigues ahí, como me sigues demostrando cada día.

Tú me das la fuerza para seguir luchando contra las injusticias y para seguir peleando contra “los malos”, como los llamabas tú.

Fuiste el mejor investigador y tras tu muerte yo he tomado tu testigo más que nunca, porque nuestra vida tiene sentido cuando ayudamos a los demás.

Me conociste cuando todavía estaba estudiando Periodismo en la universidad y a tu lado, sin ser consciente yo de ello en ese momento, aprendería a investigar del mejor.

Hiciste más por la cultura de lo que nadie hará en España y por eso salí yo a la luz tras tu muerte para honrar tu labor y el gran trabajo que hiciste.

Pero por encima de todo fuiste mi persona especial. Esa persona con la que compartí momentos impagables, en una época en la que no había smartphones que nos distrajeran. Recuerdo cada sms que me enviabas a las dos de la mañana cuando acababas de trabajar antes de irte a dormir, las cartas que nos enviamos, los emails, luego los WhatsApps…

En el último año los emails y los WhatsApp fueron más frecuentes; parece que mi inconsciente me decía que tenía que decirte todas las cosas bonitas que igual no te había dicho antes porque nos quedaba poco tiempo juntos en este mundo, aunque nos volveremos a reunir en la otra vida.

Y una vez más me demostraste tu generosidad, cuando en cierto modo me despedí de ti por si me moría, por algo que estaba pasando, pero decidiste inconscientemente irte tú primero para esperarme en el cielo. Parece que el WhatsApp que te mandé diez días antes de tu muerte fue la despedida más bonita que podíamos tener.

Éramos almas gemelas; dos almas gemelas que se mantuvieron siempre unidas por un hilo rojo que nadie jamás podrá cortar. Como dice el título de uno de mis libros: “Solo hay un amor verdadero: tu alma gemela”.

No fue justa tu partida y sabes que, si hubiera podido, me hubiera cambiado por ti, para que tú hubieses podido disfrutar un ratito más de esta vida.

Pero tú lo dejaste todo preparado para que si algo te pasaba yo supiera lo que tenía que saber y, gracias a eso, después de tu partida me dejaste llena de paz y amor. Por ello, por ti, sigo luchando cada día, aunque cueste.

Fuiste un trabajador nato, por encima de todo un gran investigador, pero para mí serás siempre la persona que hizo más bonita mi vida.

Gracias.