“Aguas oscuras” no es una película impresionante, como lo pueden ser las de Marvel, pero está basada en hechos reales y es muy interesante. De hecho, después de verla, yo ya no quiero comprar ninguna sartén que tenga Teflón.

En la película un abogado, acostumbrado a trabajar con grandes corporaciones, tendrá que decidir si seguir así o ayudar a un granjero y a todo un pueblo, que se ha visto afectado por enfermedades producidas por los vertidos químicos y malas prácticas de una gran empresa como las que él está acostumbrado a defender… ¿Qué vale más, la vida de las personas, o el dinero de las grandes corporaciones?

Mark Ruffalo y Anne Hathaway son dos de los protagonistas encargados de poner voz a esta historia.

Una película para ver tranquilos en el cine y pensar un poco en esa realidad que hay detrás de las pantallas y que, muchas veces, se nos oculta, por los intereses económicos que hay detrás.